#31 - First issue

Pues resulta que me he aclarado y he digerido los polvorones. Bueno, lo primero igual no. Veremos.

Esta no os la esperabais, ¿eh?

Boom. Newsletter. Así a lo loco.

Sepáis que os escribo en confianza porque somos los mismos de siempre. Los (y las) que lleváis ahí, al pie del cañón, inundándome a emails rezumantes de pura desesperación desde aquel fatídico 21 de diciembre donde os dije que ahí os pudrieseis y que si te he visto no me acuerdo.

A los que la decrepitud y amnesia se les haya instalado en el cuerpo durante estos últimos cinco meses de radio silence y, sí, también a los que por culpa de la basura del Revue aquel no llegaron a recibir ni una puñetera newsletter, os debo al menos un resumen que os sitúe.

Un inciso: A los que nunca recibieron nada, que sé que sois más de uno, podéis leer todas la ediciones anteriores aquí en mi blog. Que no es obligado ni nada, pero que algo de contexto os dará al menos. Y una risas buenas también.

¿Qué pasó con la newsletter?

El caso es que se me acabaron las ideas. Porque lo que tenía que ser una newsletter de negocietes, de hablar sobre mis aventuras en el freelancing y el startuping y el postureing acabó siendo un semanario de chorradas y anécdotas sin fondo alguno sobre las que espolvoreaba desinteresadamente pedacitos de #buildinpublic como el señor ese de las gafas de sol y la carne con sal exfoliándose el antebrazo.

Y lo del #buildinpublic todavía podía exprimirlo a base de hacer experimentos con gaseosa cada día menos provechosos. Pero lo de las anécdotas no tanto. Porque al final a uno sólo le quedan por contar las de borrachera y tampoco es cuestión de arrastrar mi propia reputación por el suelo cada miércoles.

Mi conclusión fue clara: esto hay que profesionalizarlo. En otras palabras: se acabó hablaros del whisky de cinco pavos del mercadona, la Faraona de Puzzle o mi lavadora poseída. Ahora íbamos en serio: aquí he venido a hablar de dinero.

Y pasó lo que tenía que pasar: un fracaso. No volví a escribir nunca mas.

Curiosamente, lo mismo que me ha pasado siempre que he intentado profesionalizar algo en mi vida.

¿Y ahora qué?

Pues ahora me apetece escribir. ¿Me apetece hacerlo profesionalizado, como pensé que debería? Pues no lo tengo claro todavía. Pero quiero escribir, de eso estoy seguro. Así que voy a hacerlo.

Porque lo cierto es que ya hace tiempo que me vuelve a apetecer, pero como Revue chapó a las bravas y le hizo un rm -rf / a todo lo que había escrito en las últimas 30 ediciones de esta newsletter, me dio pereza ponerme a buscar una nueva plataforma de publicación.

De hecho, muy en la línea de mi estilo, me daba tanta pereza buscar que me monté mi propia fumada con buena cosa de bridas y cola termofusible:

Un plugin de Wordpress para renderizar posts a HTML email-friendly…

…y buena cosa de pegamento no-code para enviar los correos.

Al final como era esperable resultó una chapuza inmantenible y lo fui dejando. Me conformé con el paralelismo masturbatorio a la newsletter que es enviar audios de 4 minutos explicando mis mierdas a cualquier pobre alma inocente que no se merecía para nada estar sometida a tal nivel de abuso verbal.

Y así hasta ayer, a una hora intranscendente, en la que me armé de valor y busqué en Google aquello de “newsletter platforms 2023 reddit” y me topé con esta que estoy usando, Beehiiv, sobre la que hice un frenético siguiente, siguiente, siguiente, finalizar y me puse a escribir sin mirar atrás.

¿De qué irá la newsletter?

En su momento hice una web. Sigue ahí. Y la web se supone que dice de qué va la newsletter.

Tiene tres secciones y tres objetivos:

1. #BuildInPublic

Lo que nunca debí dejar de hacer en la última etapa: manteneros actualizados sobre mis desvaríos creando productos propios que no me dan más que pérdidas y disgustos.

2. Herramientas

Aportaros algo más que puro entretenimiento. La cosa es que me gustaría que esto lo leyese más gente, así que tocará currárselo un poco y hacerlo atractivo.

Además, que tengo ya una base de datos de Notion con “herramientas interesantes” que se me está yendo de las manos rápidamente.

Censurado, pa que sea más sorpresa. Y porque las descripciones dan vergüenza verlas.

3. Reflexiones

Finalmente, lo que venía a ser el 90% de las newsletters hasta ahora. Mi dosis de entretenimiento en forma de desvaríos de exigua consistencia interna.

Todo esto siempre encabezado por una introducción al estilo propio de esta newsletter. Eso sí, más corta que de costumbre, que se me iba la pinza bastante.

FAQ

  • ¿Te ceñirás a las secciones o se te irá la pinza a la mínima? — Mejor se lo preguntas a mi psicólogo. No se aceptan devoluciones.

  • ¿Debo preocuparme porque este email, el primero, ya no se ajusta a las secciones? — No, es intencionado, es que tenía que explicaros la movida.

  • ¿Vas a publicar todas las semanas como antes? — Mi idea es que sí. Espero no arrepentirme.

  • ¿Qué día a qué hora? — Como siempre, cada miércoles a las once calentito.

  • Socio, pero que son las once de la noche — Ya bueno, tampoco te pongas exquisito ahora. He acabado hace 15 minutos.

Outro

Y con esto cerramos esta edición modelo carlosprimero, que es la primera de la nueva temporada y trigésimo primera de la newsletter en general. Recemos todos juntos a la geperudeta para que esta nueva temporada nos acompañe, al menos, tantas semanas como lo hizo la anterior, si no más.

Y si no, pues más se perdió en Cuba.

Hasta la semana que viene.

Nos leemos pronto.