#46 - Lo barato sale caro

Newsletter de mantenimiento veraniego

Hoy es una de esas newsletters que se me ha ido la olla y el mismo martes antes de salir me he acordado de que tengo que escribirla.

Estoy oficialmente de depresión post-vacacional y no sé ni por dónde me va a salir el tiro.

Abróchense los cinturones. No prometo nada.

Bueno, sí. Prometo poco y mal. Pero mira, al menos te entretienes mientras de comes el bocadillo.

🛠️ Reventarse dedos a martillazos

Me he acordado de la newsletter mientras iba en el coche. ¿A dónde, preguntarás? Pues al Lidl. ¿A qué Lidl?

A todos.

Me he recorrido todos los Lidls de la zona buscando una sierra circular. Una de esas que se parece al lanza discos del Unreal Tournament, pero sin lanzarlos, y que en lugar de decapitar se limita a cortarte los dedos.

He ido porque resulta que fui el otro día por pasar el rato y me compré (y compré por pura ansia envidiosa también a mi socio Miquel) varias mierdas de bricolaje. Vi que había un montón de herramientas nuevas y ahora resulta que me hace falta una sierra.

¿Y para qué me hace falta la sierra?

Cuantas preguntas, ¿no? Menos mal que son todas retóricas porque a mi me da igual lo que tu quieras o dejes de querer saber.

Yo te lo explico y punto.

Resulta que necesito una sierra para cortar unas maderas. Unos tablones. Yo tenía una sierra de calar (que las odio, por cierto) pero me ha desaparecido misteriosamente. Y tengo tres o cuatro sierras y serruchos de mano, pero para cortar dos metros de tablón a lo largo casi que no. Lo intenté ayer y en lugar de un corte parece más bien un bocao.

Y pregunta final: ¿para qué son los tablones?

Para hacerme un tejado/caseta en la terraza y dejar mierdas abajo sin que les dé el solapio.

Resulta, de nuevo, que llevo desde el jueves pasado en un bucle inescapable de tres estados mentales:

  • Hacer bricolaje en casa

  • Explorar todos los pasillos de los leroymerlines, bricomovidas y lídeles cercanos buscando movidas que me faltan

  • Jugar al Zelda en la Super Nintendo.

También trabajar y verme todas las pelis de John Wick, pero eso ya no es tan interesante.

Lo del bricolaje es porque llevo acumuladas varias movidas de estas de ya lo hago un día de estos. Algunas eran más o menos fáciles, poner un par de ventiladores, cablear el internet para cambiar el router de sitio. Cosillas. También tenía que arreglar el desagüe del aire acondicionado pero en este caso he fracasado estrepitosamente e inundado una habitación en el proceso así que mejor no lo comento.

Lo que sí comento es el premio gordo que era, originalmente, comprar una caseta de madera o de resina para meter todo tipo de mierdas que tengo dando tumbos por casa bien escondiditas en la terraza. El drama es que por una caseta de mierda que no sea de chapa grosor papel de Albal te soplan 600 pavos fáciles. Y además el tamaño es el que es, nada de personalizado, que para mí es un drama adicional porque necesito embutirla en un rincón concreto.

Así que con mi espíritu emprendedor y buscando el ahorro decidí hacerlo yo mismo. Claro que sí.

En conclusión llevo desde el jueves y metidos 448,73€ y por ahora tengo dos postes y dos vigas atornilladas a una pared.

En el proceso he tenido que rehacer tres anclajes por comprar un taco químico que no era el correcto, he tenido que comprar cemento y reparar un muro que reventé por meter unos tacos tan extremos que hicieron explotar el tabique y varias bricoaventuras más.

Y encima ahora unos tablones no me caben en su sitio y me va a tocar gastarme otros setenta pavos en una sierra chichanábica del Lidl porque ya te digo que si me compro una de una marca seria los números ya se me van de madre too much.

El caso, que me voy a gastar lo mismo que si hubiese comprado la caseta y me habrá costado el triple de tiempo y sudor.

Pero como el que no se consuela es porque no quiere diré que al menos haciéndolo yo tendré varias toneladas de tornillos sobrantes y litros de barniz absurdo que acumular. Y podré enseñar el resultado a los colegas y decir eso de sí, es nada, lo hice en un rato, me costó cero.

Ah, y la guinda de todo esto, cuando estaba comprando madera en el Leroy Merlin me dejé el metro, el flexómetro, encima de unos tablones, y cuando volví escaso minuto después ya me lo habían chorizado.

📉 No viviendo del cuento

Ahora que ya me he relajado contándoos mis mierdas del bricolaje voy a lo que se supone que va la newsletter que es de eso de hacer cosas.

Pues no he hecho nada. Mirad lo del ciclo que he puesto antes. No está ahi hacer cosas. Está trabajar, eso sí, he trabajado por dinero como buen proletario y ya está.

No he avanzado nada de lo que tenía que hacer con courses.so. No me ha dado la vida, tenía que pasarme el puto gusano de la tercera dungeon del Zelda.

De sync.banco.surf lo mismo. Me chivaron que la página de gracias por suscribirte estaba rota y lo arreglé. Se han suscrito tres personas. Menos da una piedra.

Y mañana cojo el coche y me voy a Barcelona con la familia, así que mira, parece que nos vemos en septiembre. Qué se le va a hacer.

👋 Suficiente

Y hasta aquí esto. Acostumbrados a las últimas newsletters quilométricas tal vez se os ha hecho corta. O se os ha hecho larga por ser una puta mierda.

Es lo que tiene el verano, chavalada. Que altera la sangre. Mentira, no, eso es la primavera. ¿Qué tiene el verano? ¿Salmonela en la ensaladilla? No sé.

Da igual.

Que no me da la cabeza para más, señorías.

Se levanta la sesión.

Nos leemos pronto.